domingo, mayo 19, 2013


RELACIONES  EN  UN  VESTUARIO  CUANDO  LLEGA  EL  CRACK

En estos días podemos observar como varios clubes están dispuestos a gastarse millones de dólares por el fichaje de Neymar. Hay ocasiones en las que este tipo de fichajes de primer nivel, rompe la tranquilidad existente en un equipo. Dentro de un vestuario pueden sentirse tensiones, envidias y celos ante el nuevo crack. Es entonces cuando el entrenador debe tomar cartas en el asunto.
El entrenador debe saber manejar el vestuario y saber ser un buen director de equipo. Dentro de está dirección es fundamental el conocimiento, control y manejo por parte del entrenador de la plantilla y de los roles que determinan la composición de ese grupo.
Una de las situaciones más comprometidas que puede llegar a encontrarse sea el rol del jugador ¨estrella¨. Dentro de este papel puede aparecer varios tipos de comportamiento:

-El jugador, que es consciente de su rol, asume su importancia dentro del grupo y adquiere el valor de líder, no solo en el campo, sino también en el vestuario.

-Ser un jugador con una buena educación deportiva y humana, que entienden que el rendimiento deportivo no depende únicamente de ellos.

-Suelen ser jugadores aceptados por sus compañeros, ya que entienden que su valía deportiva les va ayudar a la consecución de resultados deportivos.

El grupo ante esta situación entenderá en todo momento todo tipo de situaciones que pueda generar como: contractuales, permisos especiales, entrenamientos diferenciados, etc…

Nos podemos encontrar con jugadores que sienten que su rol individual está por encima del grupo, e intentan imponer su ley. Suelen ser jugadores que se aprovechan de su estatus deportivo-social para intentar dirigir no solo el proceso de entrenamiento, sino que a veces hasta la propia vida del club, generando situaciones peligrosas tanto en el plano deportivo como en el plano socio-afectivo. Por desgracia, este tipo de jugadores están consentidos por el club debido a su impacto económico hacia la entidad.


La envidia

Es un sentimiento que puede experimentar el jugador en ocasiones. Son muchas las razones que pueden llevar  a originarlas, pero hay una que es especialmente significativa por su influencia negativa sobre el equipo: la llegada del nuevo crack.
Quizás lo más grabe no sea la envidia, sino los celos asociados. A partir de aquí, conflictos, problemas de comunicación, grupos enfrentados, ect…

Una de las piezas fundamentales en la solución de esta situación es el entrenador. El entrenador deberá intentar  que no se genere envidias teniendo en cuenta lo siguiente:

-No establecer diferencias. Todos deben ser tratados por igual.
-Potenciar la cohesión del grupo. Hay que potenciar el bloque que es el que obtendrá los éxitos.
-Evitar los subgrupos. Sólo de manera controlada, y siempre fuera del contexto deportivo.
-Potenciar el liderazgo. Transmitir confianza y seguridad.
-Ser ecuánime. Evitar rivalidades absurdas y controlar las envidias y los celos.
-Ser siempre profesional. Trabajo, esfuerzo y procurar ser siempre un poco mejor.
-Evitar pensamientos irracionales. Los celos y las envidias son consecuencia de pensamientos irracionales.
-no buscar excusas. Los celos son excusas para no afrontar otras realidades. Hay que afrontar directamente los problemas.
-Buscar la mejora continua. No perder el tiempo en envidias y celos.
-Ayudar a integrar al compañero.

Si agotadas todas las vías de solución posibles del problema y este sigue latente, el entrenador debe plantearse su cometido dentro del club y barajar la posibilidad de dimitir.
  




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