miércoles, agosto 17, 2011

UNA REALIDAD CONCEPTUAL METODOLOGICA TRANGRESORA





1. DESMONTAR EL MITO DE LA CONDICION FISICA COMO PRIORIDAD

EN EL PERIODO PREPARATORIO


El objetivo de la metodología tradicional es siempre el mismo: correr más

tiempo y hacer más repeticiones.

Mourinho centra su atención desde el primer día en la organización del equipo.

No se trata de descuidar ninguna de las dimensiones del entrenamiento, solo

se trata de subordinar todo a lo fundamental para el rendimiento del equipo:


su organización del juego

Es una supradimension táctica, también se movilizan las restantes dimensiones


pero de forma contextualizada, especifica, esto es, en las proporciones que el

jugar requiere para jugar de la determinada forma que se haya considerado,

con el reparto geográfico previsto y en función de los principios fundamentales

del juego escogidos para nuestro equipo.

Al trabajar la vertiente táctica en condiciones próximas a las que deseamos

para la competición, esto es, próximas a aquello que pretendemos para

nuestro juego, estamos desenvolviendo la vertiente física en una especificidad

propia del juego. Por ejemplo, en vez de trabajar la fuerza de una manera

aislada o descontextualizada, lo hacemos a través de ejercicios con

determinadas características, jugando con el espacio, el tiempo, el número de

jugadores y las reglas que utilizamos. Así estamos desenvolviendo también

algo similar a la fuerza, pero en contexto mas especifico.


Lo difícil de todo esto
es operacionalizar lo que pretendemos, es conseguir crear ejercicios

donde se consigan englobar todas las vertientes, sin olvidarnos nunca de
nuestra primea preocupación: potenciar un determinado principio del
juego


El periodo preparatorio o también llamado fundamental solo es fundamental

para los primeros partidos y desde nuestra perspectiva es tanto menos

fundamental cuanto mas tuviera de aquello que tradicionalmente se dice que

debe tener.

Para Mourinho el periodo preparatorio es importante pero por razones muy

diferentes de las evidenciadas en la tradicional forma de entrenar. Es un

periodo importante para preparar el equipo en función del modelo de juego

deseado, y al ser un periodo sin competiciones oficiales, permite un tempo de

experiencias, ajustes, reajustes que son importantes en la relación entrenadorequipo

y entrenador-jugadores


2. DESMONTAR EL MITO DE LA FORMA FISICA


Si la base del rendimiento es la organización del juego, la forma deportiva no

puede estar circunscrita a la forma física.

La forma no es forma física. La forma es mucho más que eso.

La manifestación regular de la organización del juego del equipo es el gran

indicador de la forma deportiva, ¿para que, entonces la realización de los

tradicionales tests físicos?

La organización del juego no se manifiesta a través indicadores como los

kilogramos de lactato, la frecuencia cardiaca o los VO2 máximo, es algo mucho

más subjetivo, no es mesurable mediante cifras, y eso no proporciona

seguridad ni es vendible comercialmente,


3. DESMONTAR EL MITO DE LOS PICOS DE FORMA Y EL DE RECARGAR

BATERIAS EN LAS PAUSAS DE LA COMPETICIÓN


La obsesión por una dimensión física del juego, vista como la base del

rendimiento individual y colectivo, nos transporta a una lógica curiosa: la lógica

de los llamados picos de forma. Aun son muchos los que acreditan que debe

existir una planificación perspectivada en función de determinados momentos

clave de la temporada.

Este modelo de pensamiento nace en el llamado efecto retardado de las

cargas, a través del cual se procuran picos de forma para los partidos o épocas

que son considerados como más importantes.

Esta forma de pensar nos lleva a recargar baterías en las pausas de la

competición, periodos durante los cuales se vuelve a la lógica de la

pretemporada: aumento del trabajo físico con vista a sustentar al equipo en los

partidos a disputar durante los últimos meses de competición.

Mourinho no quiere que su equipo tenga picos de forma, quiere que este en un

nivel regularmente elevado. La preocupación es mantener los niveles de

desempeño del equipo de acuerdo con el modelo de juego que fue definido en

el inicio de la temporada.

Después del segundo microciclo semanal de la temporada, y hablo del periodo

al cual convencionalmente llamamos periodo pre -competitivos, los microciclos

son básicamente iguales hasta el final de la temporada, tanto a nivel de los

principios y objetivos del entrenamiento como en términos físicos.

Solo a nivel de la dominante táctica se van produciendo alteraciones en los

contenidos a potenciar, en función de las dificultades percibidas en el juego

anterior y de lo que va a ser el próximo encuentro.

Mas, hablando de la periodizacion física que es el concepto dominante en la

periodizacion tradicional, los objetivos son los mismos desde la segunda

semana hasta la última.

El primer microciclo es de adaptación, de readaptación al esfuerzo, no más que

eso. En esa primera semana no busco ningún incremento a ese nivel, solo que

los futbolistas se adapten a aquello que es la especificidad del juego. A partir

de la segunda semana son ciclos semanales que se repiten, por lo tanto solo

utilizo ciclos semanales.

Aquellas que son mis líneas maestras en términos de patrón semanal al nivel

de la dominante física son igual tanto en el mes de Julio como en el mes de

Abril del año siguiente.

Respetar esto, es cumplir el supraprincipio de la especificidad, el gran guía de

la metodología de Mourinho a través de pragmatizar, fraccionalizar y

jerarquizar la adquisición de diversos principios, subprincipios de los

subprincipios de su forma de jugar.


4. DESMONTAR EL MITO DEL VOLUMEN DE TRABAJO FISICO QUE

TIENE QUE VENIR ANTES QUE LA INTENSIDAD


Existe la idea de que el periodo preparatorio difiere del periodo competitivo en

términos de volumen e intensidad del trabajo. Se refiere a la necesidad de

comenzar con volúmenes de trabajo elevados, pero con intensidades bajas,

para después, con la aproximación de la competición, invertir la lógica. Todo

esto se perspectiva según un punto de vista puramente físico. Mourinho no

cree en eso, para el los dos periodos son iguales.

Lo que entiendo por intensidad difiere totalmente del significado que

normalmente se le atribuye. No consigo disociar la intensidad de la

concentración.

Cuando digo que el fútbol esta hecho de intensidades


elevadas, me refiero a la complejidad que tiene implícita y a la necesidad

de concentración permanente que de ello deriva

. No creo en el aumento del


volumen, ni en la inversión del volumen por la intensidad. Por ejemplo,


aquello a lo que normalmente se le llama resistencia aeróbica y


convencionalmente se dice que se consigue con volumen de trabajo

también se consigue con la acumulación de intensidades máximas

relativas.

Cuando hablamos de intensidad tenemos que hablar de intensidad de

concentración, cuando hablamos de volumen tenemos que hablar de

volúmenes de intensidades de concentración

. Por eso, nuestra noción de estos conceptos huye de lo tradicional. Hablamos de intensidad de concentración, porque estar en el juego es estar pensando en la toma de decisiones, lo que exige concentración en función de lo que es fundamental en el fútbol.


Por norma cuando se habla de intensidad se habla de desgaste energético, yo

no pienso así. Fundamentalmente

lo que hace que un entrenamiento sea


más o menos intenso es la concentración exigida

. Correr por correr tiene un desgaste energético natural, pero la complejidad de esa actividad es nula.


Como tal, el desgaste en términos emocionales tiende a ser nulo también, al

contrario de las situaciones complejas, donde se le exige a los jugadores

requisitos tácticos, técnicos psicológicos y físicos. Y esto que representa la

complejidad del ejercicio es lo que conduce a una concentración mayor

Cuando hablamos de intensidad, no solo nos referimos a una intensidad

abstracta, mas o menos cronometrable, sino a una intensidad decisional

asociada a la concentración, calibrada por el instante singular de cada ejercicio

a vivenciar

Debemos hablar de una concentración táctica, porque ella es necesaria para el

jugar deseado se manifieste. De ahí que Mourinho asiente el entrenamiento en

un padrón de intensidades máximas relativas a partir ya de la segunda semana

de entrenamientos del mencionado periodo preparatorio.

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