lunes, mayo 01, 2017

En fútbol técnico queremos mejorar y por eso se ha creado la pagina web de fútbol técnico.Pincha sobre el siguiente enlace y disfruta del fútbol:

jueves, octubre 01, 2015

SOBRE TU MODELO DE JUEGO -Características Generales

MODELO DE JUEGO  Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DE DICHO MODELO

ASPECTOS GENERALES DE LA LÍNEA DEFENSIVA EN LAS DIFERENTES FASES

-Línea formada por dos centrales y dos laterales
La línea defensiva debe: tener equilibrio entre sus jugadores y aprovechar toda la amplitud del terreno.
-Disposición en diagonal respecto a su portero y a los medios .Así nos permite un posicionamiento formado por triangulaciones y rombos.
-Al tener una distancia equilibrada, los pases son de poco riesgo.
-Defensivamente nos ofrece más garantías (estar en línea o con un libre) ya que ante una pérdida de balón tenemos más efectivos detrás.
-Situarse los laterales sobre cuatro metros de la línea lateral de banda para tener espacio por un posible 1 contra 1.
-Cuando el portero saca a su central cerca de la portería, el otro central deberá mantenerse a su altura y el portero ofrecer ayuda frontal.
-Si recibe el balón el central y este se orienta hacia el lateral, el otro central deberá mantenerse a la altura del balón pero ligeramente por detrás de la línea del balón.
-El lateral que no entra en juego deberá bascular hacia el centro para poder ayudar y cerrar espacios.
-EL central no poseedor del balón se encargará de dar apoyo al otro central.
-Los compañeros defensivos del lateral que sube con balón por banda, se encontraran por detrás de él dando equilibrio a la línea defensiva. El central cercano estará en diagonal. El otro central y lateral alejado estarán  a la altura de este.
-Los jugadores defensivos , deberán estar siempre atentos, vigilando a sus rivales y mostrando apoyos.


            DEFENSA ORGANIZADA (TODOS LOS JUGADORES)
El juego colectivo por definición incluye a todos, y cuando nuestro equipo tiene el balón es importante lo que hacen los jugadores sin balón, cuando no lo tenemos, aún más, ya que debemos recuperarlo.

TENEMOS QUE TENER ENCUENTA ESTOS ASPECTOS:

ACOSAR AL JUGADOR CON BALÓN
-El objetivo del acosador no es solo robar el balón, sino el de provocar decisiones precipitadas u orientadas a que su toma de decisiones y ejecución sean defectuosas. Debemos reducirle el espacio y el tiempo al poseedor contrario (provocar la sensación de premura e inestabilidad).Evitar que progrese.

ORIENTAR AL POSEEDOR
Orientar al poseedor del balón hacia las bandas donde tenemos superioridad numérica de jugadores o una zona dónde seamos superiores.

NO DEJARSE DESBORDAR
Si el contrario intenta desbordaros, mantener una distancia prudencial e intentar robar el balón.

NO DEJAR GIRAR AL POSEEDOR
Si esta de espaldas el poseedor del balón,el acoso debe ir encaminado a no dejar girar al mismo reduciendo su distancia de forma notable.

FIJAR RIVALES PRÓXIMOS (marcaje)

Cuando un compañero del poseedor se encuentra cercano al mismo,nuestra obligación como defensores debe ser fijarlo de forma que podamos conseguir lo siguiente:
-anticiparnos: robar el balón antes de que lo reciba
-Dificultar el control: procurar que sea defectuoso dentro del reglamento
-Si controla ,no dejar girarse: evitar el control orientado del rival o que no se gire
-Evitar la progresión: si ha controlado y se ha girado, lo acosamos no dejándole progresar
-Vigilar a los alejados: cuando los jugadores a los que acosamos directamente no pueden recibir el balón de forma directa, mantener una distancia prudencial que nos permita llegar a fijarlos si les lanzan el balón.
-No dejarnos superar posicionalmente
-situarnos por detrás del balón, si no somos puntas, de forma que podamos realizar coberturas.

EL EQUIPO DEBE SER UN BLOQUE CORTO Y ESTRECHO.ESO SIGNIFICA QUE NO DEBE EXISTIR GRANDES DISTANCIAS ENTRE LÍNEAS NI EN LA LÍNEA.EL EQUIPO DEBE SITUARSE ENTRE UNOS 40MTS DE ANCHO POR UNOS 30-40MTS DE PROFUNDIDAD.

-Cuando más cerca este el rival de nuestra portería ,menos distancia entre líneas y en las líneas, ya que nuestro objetivo es defender nuestra portería.
-Buscar superioridades posicionales para garantizar la recuperación
-Tenemos que saber ,que en un momento dado ,se puede abandonar un espacio(por circunstancias) y que por tanto es susceptible a ocuparlo un contrario.
-A nivel individual todos tenemos que tener una perspectiva colectiva del marcaje. NO dejar se desbordar por los rivales tanto con balón como sin él.
-En caso de ser superados, seguimos a nuestra marca o buscar la permuta.
-Los jugadores cercanos al poseedor contrario, deben presionar el balón para limitar el tiempo de ejecución/decisión rival.
Los jugadores alejados, deberán bascular y orientarse para intervenir con acciones de cobertura.



lunes, junio 08, 2015

ENTRENAMIENTO Y ACTIVIDADES HABITUALES


Las características del programa de entrenamiento (intensidad, frecuencia, duración, modo de ejercicio) son manipuladas por los técnicos. Por lo tanto, los estímulos de entrenamiento dependen de cómo se organizan los regímenes de actividad. Es difícil de caracterizar al entrenamiento de los jugadores de fútbol a la luz del principio de que el entrenamiento debería ser específico a los requisitos del juego. Sin embargo, el mismo podría clasificarse tal se muestra en la Figura 4, la cual proporciona la distribución del tiempo de estos componentes, en una investigación de fútbol de la Liga inglesa (33).
En la Tabla 2 (ver anteriormente) se indicaba la intensidad de entrenamiento reflejada por la frecuencia cardiaca media. Esta tabla muestra que los jugadores están preparados para resistir un mayor estrés fisiológico durante los partidos. Las evaluaciones de campo son considerablemente poco confiables en jugadores de fútbol (36), a menos que se incorporen aspectos semejantes a la actividad en el juego.
El entrenamiento de la flexibilidad también es importante para el fútbol. Ekstrand (14) demostró que la rigidez muscular era una característica de los jugadores de fútbol, particularmente en los grupos musculares isquiotibiales y abductores. En un estudio prospectivo que empleaba entrenamiento de la flexibilidad, se observó que la incidencia de lesiones fue menor en una muestra experimental de jugadores (que practicaban entrenamiento de flexibilidad).
Se debe enfatizar la necesidad de mantener un balance entre los componentes integrales de un programa de entrenamiento. El entrenamiento en la pretemporada tiende a remarcar los estímulos aeróbicos los cuales podrían interferir con la fuerza muscular (42, 43). Durante la temporada competitiva la capacidad aeróbica tiende a estabilizarse mientras que los niveles de fuerza muscular crecen hasta alcanzar el nivel óptimo. Una de las consecuencias de la disminución en la fuerza muscular al comienzo de la temporada es que los jugadores pueden volverse más vulnerables a las lesiones. Los futbolistas con mayores niveles de fuerza al comienzo de la temporada fueron capaces de permanecer sin lesiones a lo largo de la misma, comparados con jugadores con menores niveles de fuerza (43, 44).

Figura 4. Distribución del tiempo de entrenamiento para equipos de la Liga Inglesa. Los valores son en porcentaje del tiempo total de entrenamiento.

Figura 5. Gasto calórico diario (en MJ/día) de jugadores profesionales de fútbol, de acuerdo a los días de la semana (de Reilly y Thomas (43).
Normalmente, los jugadores de fútbol compiten cada fin de semana y este esquema les permite una preparación gradual hasta lograr un pico en la carga de entrenamiento a mitad de semana y un tapering-off para el siguiente partido. Esto está ilustrado por las tendencias en los gastos calóricos diarios a lo largo de la semana (Figura 5). Este patrón es un resguardo contra el sobreentrenamiento y contra la reducción de los niveles de glucógeno muscular antes del partido. Sin embargo, no es posible utilizar este modelo cuando los jugadores tienen calendarios competitivos más desorganizados, incluyendo partidos extras a mitad de semana. En tales circunstancias, sólo se podrán incluir algunos componentes de los estímulos de entrenamiento fisiológico entre los partidos, y los encuentros en sí brindarán el principal estímulo fisiológico.
Las oscilaciones en el gasto energético durante una semana normal tienen implicancias en la forma en que los futbolistas organizan sus dietas. En general, éstas tienden a ser imperfectas, tanto en términos de la ingesta calórica total como de la distribución de macronutrientes (20). Sin embargo existen excepciones: el ejemplo en la Tabla 5 se acerca, en muchos aspectos, a las distribuciones recomendadas para jugadores de fútbol de alto nivel (19, 59). Estas incluyen proporciones de 10-12 % de proteínas, 25 % de grasas, y 65-70 % de carbohidratos, en comparación con los porcentajes respectivos de 12, 42, y 46 % observados en la población general. Los estudios de campo en los cuales se han suministrado suplementos nutricionales a jugadores de fútbol han probado que éstos son beneficiosos tanto para el rendimiento en el entrenamiento (26), como para la resíntesis del glucógeno muscular luego de la competencia (22).

Tabla 5. Ingesta diaria de un jugador de fútbol internacional expresada en porcentajes de macronutrientes para cada día de la ingesta.

RENDIMIENTO MUSCULAR

Como en el fútbol es importante la capacidad de resistir altas intensidades, entre los jugadores de nivel se observa una tendencia hacia una elevada capacidad aeróbica (28, 32, 45). La importancia de una buena capacidad aeróbica fue demostrada por Apor (3) quien reportó que los valores medios del VO2 de los equipos de alto nivel de la Liga húngara estaban inversamente relacionados con su posiciónen la Liga; se observó que el equipo con mayor puntaje tenía los valores más altos de VO2 max. Si bien el VO2 max. no es necesariamente un factor limitante del rendimiento en fútbol, los altos valores reportados en la literatura (45), resaltan la contribución aeróbica al juego. Esto se enfatiza aún más cuando se examinan las características fisiológicas de muestras musculares extraídas de jugadores de fútbol.
Las actividades mitocondriales de las enzimas oxidativas medidas en biopsias musculares de jugadores daneses, extraídas en el momento de mayor entrenamiento, fueron características de atletas de resistencia (5). Similares resultados se obtuvieron con jugadores finlandeses (53) y japoneses (49). Smaros (53) reportó que la deplección de la reserva glucogénica ocurría principalmente en las fibras lentas, reflejando la característica aeróbica del juego. Se debería remarcar que la distribución de las fibras musculares tiende a ser mixta y muestra un gran rango de variación dentro de un equipo (20). La distribución podría reflejar los roles posicionales de juego dentro del equipo y las características histoquímicas podrían reflejar las etapas de entrenamiento.
El entrenamiento físico puede afectar las propiedades funcionales de los grupos musculares comprometidos con las habilidades de juego, aunque no siempre es así. Se observó que la distancia de un saque lateral estaba relacionada con la fuerza de “pull-over” y la fuerza de flexión del tronco (55). En esta instancia, el entrenamiento con un balón medicinal mejoró la fuerza, pero sin un incremento correspondiente en la distancia del saque lateral. Opuesto a esto, se reportó que un programa de entrenamiento de fuerza para distintos músculos de la pierna (11) mejoraba tanto la fuerza muscular como la distancia a la cual jugadores belgas fueron capaces de patear una pelota. En este caso, el programa especial de entrenamiento de sobrecarga fue superpuesto al programa normal de entrenamiento. De Proft y cols. (12) observaron que jugadores de fútbol que remataban una pelota mucho más lejos, comparado con no futbolistas, mostraban una menor actividad muscular general (en base a análisis de electromiogramas) pero una mayor actividad antagonista. Esto se atribuye a acciones concéntricas del cuadriceps y a una actividad excéntrica de los isquiotibiales. Este patrón fue posteriormente confirmado por McCrudden y Reilly (25), quienes también reportaron que la potencia anaeróbica máxima del cuadriceps estaba relacionada con la distancia del remate. Cabri y cols. (8) reportaron correlaciones significativas entre el rendimiento del remate y el torque máximo en movimientos isoquinéticos excéntricos (flexión de la rodilla y extensión de la cadera) y concéntricos (extensión de la rodilla y flexión de la cadera). No siempre se observan estas correlaciones en el rendimiento de los futbolistas cuando se mide la velocidad de la pelota, enfatizando el rol esencial de la técnica de remate (1). Existen datos que indican que la asimetría en la fuerza muscular puede predisponer a las lesiones. Esto puede referirse a diferencias entre las extremidades izquierda y derecha, y a isquiotibiales débiles, reflejado por la proporción isquiotibiales/ cuádriceps. Los datos reportados por Fowler y Reilly (15) sugieren que lo más importante sería prestar atención a este último hecho. En todos los jugadores lesionados se observaron isquiotibiales relativamente débiles, mientras que la extremidad lesionada no era significativamente el lado más débil. Los isquiotibiales funcionan de manera excéntrica en las acciones de remate (12, 25) y en la desaceleración en el juego general y deben ser suficientemente fuertes para estos propósitos funcionales La proporción isquiotibiales/ cuadriceps se incrementa con el aumento de la velocidad angular y esto debería tenerse en cuenta cuando se evalúa a los jugadores de fútbol a través de aparatos isoquinéticos.

Thomas Reilly

LA FATIGA Y RESPUESTAS FISIOLÓGICAS AL JUEGO

FATIGA

La fatiga se define usualmente como la disminución en el rendimiento debido a la necesidad de seguir realizando esfuerzos. En el fútbol puede manifestarse como el deterioro de la intensidad hacia el final del partido. Los estudios que compararon las tasas de esfuerzo entre el primer y el segundo tiempo han brindado evidencia de la ocurrencia de fatiga.
Se observó que los jugadores de una Universidad Belga cubrían, en promedio, una distancia de 444 m más en el primer tiempo que en el segundo (57). Bangsbo y cols. (6) reportaron que la distancia recorrida en el primer tiempo era 5 % mayor que en la segunda mitad. Esta disminución no necesariamente ocurre en todos los jugadores. Reilly y Thomas (41) notaron una relación inversa entre la capacidad aeróbica (VO2 máx.) y la disminución en la intensidad. Los jugadores con mayores valores de VO2 máx., aquellos mediocampistas y defensores laterales, no mostraron una caída significativa en la distancia recorrida en el segundo tiempo. Por el contrario, todos los zagueros centrales y el 86 % de los atacantes tuvieron valores más altos en el primer tiempo, con una diferencia significativa con respecto al segundo tiempo. Aparentemente, el impacto de un alto nivel de capacidad aeróbica es especialmente evidente en las últimas etapas de un partido.
La cantidad de glucógeno almacenado en los músculos del muslo antes del partido parece tener una importante función protectora contra la fatiga. Se observó en jugadores de clubes suecos con bajos contenidos glucogénicos en el vasto lateral que cubrían una distancia 25 % menor que los otros jugadores (50). Se observó un efecto más marcado para la velocidad de carrera; aquellos con bajas reservas de glucógeno muscular antes del encuentro cubrieron el 50 % de la distancia total caminando y el 15 % a velocidad máxima, en comparación con los jugadores con altas concentraciones glucogénicas, quienes recorrieron el 27 % caminando y el 24 % realizando sprints. En la preparación inmediata para la competencia se recomienda prestar atención a la dieta y evitar la deplección glucogénica producida por un entrenamiento muy intenso. Estas consideraciones serían de suma importancia cuando los partidos se extienden más allá de los 90 min. (por ejemplo, 30 min mas).
Si bien los goles pueden convertirse en cualquier momento durante el partido, la mayoría se hacen hacia el final del mismo. Esto está ejemplificado por datos de la Liga Escocesa durante un período extendido en la temporada 91-92. En los 10 min finales de juego se produjo una tasa de conversión mayor que el promedio. Esto no puede ser simplemente explicado por una caída en la intensidad ya que esto estada balanceado, lógicamente, para los dos equipos. Podría explicarse por el deterioro más pronunciado entre los defensores lo cual les da una ventaja a los atacantes, hacia el final. Alternativamente podría estar relacionado con una fatiga mental, lapsus en la concentración como consecuencia del esfuerzo físico sostenido, lo que lleva a errores tácticos y abre la posibilidad de convertir goles. Este fenómeno podría ser un factor inherente en el juego, siendo más importante jugar hacia el final a pesar de la caída en las capacidades físicas. Sin importar la naturaleza del fenómeno, un equipo que está fisiológica y tácticamente preparado para soportar 90 min de juego intenso, es probable que sea muy efectivo.
Las condiciones ambientales también podrían limitar la intensidad de ejercicio que puede mantenerse durante un partido de fútbol, o acelerar la aparición de la fatiga. Algunos encuentros importantes, por ejemplo las finales de las Copas Mundiales de España 1982 e Italia 1990, se llevaron a cabo en condiciones calurosas, con temperaturas ambiente rondando los 30 C º. Cuando tales condiciones se combinan con una humedad elevada, la tasa de esfuerzo es afectada de manera adversa. El rendimiento estará influenciado tanto por la elevación de la temperatura corporal como por la deshidratación, y la generación de sudor será inefectiva para perder calor cuando la humedad relativa es del 100 %. Se ha observado que la función cognitiva, que se expresa como la toma de decisiones requeridas durante el partido, se mantiene mejor durante los 90 min de ejercicio continuo cuando se les suministra agua a los jugadores, en comparación con condiciones de control (47). Cuando Los futbolistas tienen que jugar en el calor, es importante la adecuada hidratación antes del ejercicio y durante el periodo de descanso, La oportunidad de aclimatarse al calor antes de competir en torneos en climas cálidos, es un elemento esencial en la preparación sistemática para tales eventos. Esto podría llevarse a cabo eligiendo estratégicamente los lugares de entrenamiento, realizándose una buena adaptación fisiológica dentro de los 10 a 14 días de la exposición inicial al calor, o exposiciones regulares o frecuentes al calor en una sala climatizada (27).
Es probable que las principales consecuencias de jugar en climas fríos estén asociadas con la posibilidad de lesionarse. Esto podría ser más pronunciado cuando se juega en canchas congeladas sin contar con los equipos calefacción subterránea. El rendimiento muscular se deteriora a medida que disminuye la temperatura muscular (71); por lo tanto, sería importante realizar una buena entrada en calor antes del partido en un clima frío y el uso de ropa deportiva adecuada para mantener el calor y evitar un perjuicio sobre el rendimiento. También está establecido que es más probable que se produzcan lesiones en los jugadores si la rutina de entrada en calor es inadecuada (40). Por lo tanto, se deberían realizar ejercicios antes del partido que comprometan los grupos musculares utilizados durante el juego, particularmente en la ejecución de las habilidades en fútbol.

RESPUESTAS FISIOLÓGICAS AL JUEGO

Si fuera posible medir de manera directa tanto el gasto energético durante la competencia como la potencia aeróbica máxima, se podría precisar la carga metabólica relativa durante el juego de fútbol. Las mediciones directas realizadas a partir de la recolección del aire espirado en bolsas de Douglas han indicados tasas de gasto energético de 22-44 kJ/min (61). Es probable que estos valores estén subestimados debido a las restricciones impuestas sobre los jugadores por los aparatos y también a la poca habilidad de los sujetos utilizados en estas investigaciones. Seliger (51, 52) reportó valores más altos para jugadores checos, obteniendo cifras medias de 54.8 kJ/min para el gasto calórico y 76.0 L/min para la ventilación por minuto. El VO2 de 35.5 ml/kg/min esta en estrecha concordancia con los valores de 35-38 y 29-30 ml/kg/min para dos jugadores japoneses (29). Estos intentos para la recolección de datos es probable que hayan perturbado las actividades de los jugadores. Una estrategia alternativa de investigaci6n ha sido medir la frecuencia cardiaca durante el partido junto con las observaciones de las relaciones frecuencia cardiaca-VO2 máx. determinadas durante una carrera en cinta ergométrica. Aceptando las imperfecciones en tales extrapolaciones de las condiciones de laboratorio al campo, la frecuencia cardiaca es un indicador útil del esfuerzo fisiológico general durante el partido.
Tradicionalmente, para monitorear la frecuencia cardiaca durante partidos amistosos o competiciones simuladas se han utilizado sistemas de telemetría de largo alcance (33, 34, 35). En los últimos años se han adoptado sistemas telemétricos de corto rango (Sport-Tester) (2). Los resultados confirman que el esfuerzo circulatorio durante el partido es relativamente alto y no tiene una gran fluctuación en el mismo (Tabla 2). Rohde y Espersen (48) reportaron que la frecuencia cardiaca se acercaba al 77 % del rango de la misma (frecuencia máxima - frecuencia en reposo) durante el 66 % del tiempo de juego. Para la mayor parte del tiempo restante la frecuencia cardiaca estaba por sobre este nivel.
La frecuencia cardiaca en el fútbol varía con la intensidad y por lo tanto, puede diferir entre las posiciones de juego, y entre el primer y el segundo tiempo. Van Gool y cols. (57) reportaron valores medios de 155 Lat/min para un zaguero central y para un defensor lateral, 170 para un mediocampista y 168 y 171 L/min para dos delanteros. Este patrón estuvo estrechamente relacionado con las distancias recorridas por los jugadores en un partido. El mismo grupo de investigación reporto valores promedio para el equipo de una Universidad belga durante un partido amistoso de 169 Lat/min en el primer tiempo y 165 L/min el segundo tiempo. Nuevamente, las respuestas fisiológicas reflejaron una caída en la tasa de esfuerzo durante la segunda mitad. Estas tendencias han sido confirmadas en partidos jugados por equipos de Universidades inglesas (G. Florida-James y T. Reilly, datos no publicados).
En varios estudios se ha utilizado la frecuencia cardiaca para estimar la carga metabólica relativa durante el partido. La mayoría estima que la intensidad del ejercicio en fútbol es de casi el 75-80 % del VO2 máx. (13, 37). Si bien las limitaciones para extrapolar las condiciones de laboratorio al campo, utilizando datos de regresión de FC-VO2, sugieren que esta cifra podría representar una sobreestimación, los cálculos mas abarcativos indican que este error no es muy grande (4, 6).

 La intensidad del ejercicio también se puede indicar a través de las concentraciones lactato sanguíneo. Han sido observados niveles de lactato progresivamente mayores en partidos de la cuarta a la primera división de la liga Sueca (13). Gerisch y cols. (16) demostraron que los niveles más elevados de lactato sanguíneo están asociados con marcaciones hombre a hombre, en comparación con la marcación de zona. Ekblom (13) observó que en los niveles más elevados de juego se registran frecuentemente valores picos mayores a los 12 Mmol/L. La actividad no podría mantenerse de manera continua bajo tales condiciones, lo cual refleja las consecuencias intermitentes del metabolismo anaeróbico durante la cornpetencia. Si bien la mayoría de los estudios sobre la concentración de lactato sanguíneo han mostrado valores de 4-6 Mmol/L durante el juego (Tabla 3). Tales mediciones son determinadas por la actividad en el quinto minuto previo a obtener las muestras sanguíneas. Consecuentemente, por lo general se observan valores más altos cuando los resultados se obtienen en el entretiempo, en comparación con el final del partido.

Thomas Reilly

sábado, enero 03, 2015



EL MÉTODO KLOPP
Sus excentricidades desde la banda y la popularidad del personaje no deben llevarnos a engaño. Detrás del continente hay contenido: entrenador y método. Klopp es, además de un gran motivador, un obseso de la táctica y estudioso de multitud de variantes y formas de entender el juego. Desde Guardiola a Mourinho –a quienes admira–; del blanco al negro, pasando por una alta gama de grises. El de Stuttgart bebe de multitud de afluentes y esa pluralidad es trasladada francamente bien sobre el césped.
·                                 4-2-3-1 flexible
Siempre cobijado en un dibujo 4-2-3-1, una disposición de los jugadores flexible en función del partido y, dentro del partido incluso, del momento. Ahí radica también otro de los éxitos del teutón: la obsesión por hacer pensar a sus jugadores sobre el juego, enseñarles a madurar los partidos.
De ese modo estamos acostumbrados a ver un Borussia polifacético, capaz de dominar varios registros. Sirva de ejemplo el doble enfrentamiento con el Real Madrid: ofreciendo dos versiones en el Signal Iduna Park; cómodo en el vértigo, en el box to box –que tanto gusta al Madrid también–, y dominando sin complejos el ataque posicional, maestros aún en su juventud. Por el contrario, en el Bernabéu se desplegaron de una forma mucho más conservadora, cerrando el mediocampo y candando la defensa, para salir enérgicos a la contra. Tres versiones de un mismo equipo interpretadas a la perfección: sinónimo de grandeza.




Jürgen Klopp bebe de las más modernas técnicas de entrenamiento, pero también sabe mezclar maravillosamente bien todos los conceptos y parámetros del juego, y recurre sin tapujos a los clásicos y viejos maestros. Así, en ese banco de experimentos en el que ha convertido al BVB, podemos observar detalles de Wolfgang Frank, antiguo entrenador suyo en el Mainz 05 y a quien se considera pionero de la defensa zonal de cuatro en Alemania.
·                                 Concept football
Ofensivamente también se compara la obra y el estilo del Mainz y el actual Borussia de Klopp con el gran Friburgo de Volker Finke, padre del término Concept football, un estilo que desarrolló en su plenitud con aquel equipo de la región de Breisgau, a los que en la actualidad se les sigue recordando como losBreisgau Brasilianer (“los brasileños de Breisgau”): fútbol de movilidad constante y ritmo eléctrico. Conceptos elevados por el Borussia de Klopp a la enésima potencia.



·                                 Presión tras pérdida
Esa es, sin duda, una de las grandes virtudes de este Dortmund: la presión después de la pérdida de balón. Su ataque posicional implica a los 11 jugadores de campo. Todos trabajan en la fluidez de la posesión y buscan las asociaciones constantes en pos de abrir huecos en la defensa rival. Estas relaciones entre jugadores solo se consiguen viajando juntos, aproximando líneas y triangulando en corto para después buscar en largo. Así, cuando se produce la pérdida, la densidad de jugadores borusserscerca del balón es altísima y el nuevo robo suele fructificar.
“Nosotros también presionamos como ellos, inmediatamente después de perder la pelota, y desde hace mucho. Pero ayuda poderle decir a un jugador: mira, los del Barcelona hacen lo mismo”. Jürgen Klopp, estratega y motivador en una referencia al Barcelona de Pep Guardiola.

·                                 El experimento de Klopp continúa.
Klopp prosigue su obra, haciendo vibrar cada domingo a los más de 80.000 aficionados que abarrotan el Signal Iduna Park. Fieles a un equipo que enamora desde la llegada de ese joven con aspecto de científico loco y carrera insulsa como jugador, que poco tardó en quitar las legañas a los más aletargados aficionados borussers. Cuatro años después, el experimento continúa haciendo historia.

viernes, agosto 29, 2014

LOS CONFLICTOS EN UN EQUIPO DE FÚTBOL



RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN UN EQUIPO DE FÚTBOL

El conflicto es parte natural de la vida cotidiana, y un comportamiento normal en equipos y organizaciones, jugando un papel importante en ellos las emociones y los sentimientos.

Posee tradicionalmente vínculos negativos y se percibe como violencia, odio e ira. Pero la resolución pacífica de conflictos puede significar un cambio de actitudes, dejando de percibir al rival como un enemigo, poniéndonos en su lugar, intentando comprender su punto de vista y buscando juntos una solución que satisfaga a ambas partes.

El liderazgo juega un papel vital en el manejo y resolución de conflictos entre los miembros de un equipo y de sus jugadores. El entrenador debe mantenerse informado e involucrado en los asuntos diarios del grupo a fin de comprender sus razones, para encontrar una solución. Debe saber identificar y tratar los conflictos de una manera dinámica, evitando conductas autoritarias donde los padres griten a sus hijos, recurriendo a la violencia física por una mala conducta o entrenadores autoritarios que traten mal a sus jugadores por alguna equivocación, donde se les increpe y humille.

Situaciones de conflicto

Los conflictos tienen diversas y complejas causas, las principales son los intereses y las necesidades percibidas como desconformes entre entrenadores, padres y niños. Sin embargo, hay que considerar que también es causa de conflicto la forma cómo se maneja y se hace uso del poder, lo que puede generar diversas situaciones de violencia.

Unas, las relacionadas a comportamientos o actitudes de directivos. Al tomar cualquier tipo de decisión que pueda considerarse parcial, excluir de la escuela a niños problemáticos, no atender las quejas de los padres de manera inmediata y justa o permitir el ingreso o la permanencia en el equipo de futbolistas violentos.

Otras, las relacionadas a comportamientos o actitudes de los entrenadores. Donde estos tengan actitudes y comportamientos discriminatorios contra los deportistas y padres, puedan ejercer maltrato hacia los niños, tengan preferencias por jugadores de mayor rendimiento deportivo, no promuevan la participación de todos jugadores en el campo, muestren tolerancia e indiferencia ante la agresión entre miembros del equipo o no cumplan sus funciones y responsabilidades en la institución.

Y por último, las relacionadas a comportamientos o actitudes de los padres. Cuando interfieren en el trabajo del educador en el entrenamiento o partido y expresan de forma negativa y sin dialogo sus opiniones sobre las actitudes del entrenador o del club.


El rol de los integrantes del equipo


El conflicto en un equipo de fútbol es un suceso natural de la convivencia diaria, por ser un espacio donde se interrelacionan personalidades, intereses, estilos y experiencias de vida muy diversas. El desafío está en que el conflicto se resuelva siempre y en todos los casos por sus integrantes (coordinadores y directivos, entrenadores y padres), conociendo y cumpliendo sus roles y considerando las motivaciones y necesidades de los deportistas.

Rol del entrenador

El entrenador es el elemento fundamental del proceso educativo, por su cercanía con deportistas y padres, el rol que cumple en la resolución de conflictos consiste en velar porque el fútbol se dirija de modo compatible con el respeto a la dignidad del niño respetando sus habilidades y diferencias. Acordando con los deportistas normas de convivencia en el terreno de juego que faciliten un ambiente agradable, tolerante y respetuoso, creando un clima favorable al buen entendimiento con entrenadores, directivos, compañeros y padres.

Rol de los padres

Los padres también cumplen un rol importante para afrontar satisfactoriamente situaciones de conflicto que se puedan presentar en el equipo. Conociendo y respetando las funciones y competencias de todos sus miembros, educando a sus hijos en la práctica de valores y respeto de las personas, aportando opiniones a la gestión deportiva del club en los lugares y momentos apropiados.

Rol de los futbolistas

El futbolista aprende no sólo en el campo sino básicamente en la vivencia cotidiana, siendo el centro y destinatario principal de la formación. Con el apoyo y orientación de los entrenadores va a cumplir un rol protagonista y de participación activa en la resolución de conflictos en el equipo. Practicando la tolerancia, la solidaridad, el diálogo y la convivencia con su compañeros, entrenadores. Contribuyendo a que el equipo se construya alrededor de diálogos, acuerdos, tolerancia y respeto, por el bienestar del grupo.

Negociación y diálogo

Para que la negociación sea posible, las personas o los grupos que están en conflicto deben mostrar voluntad para dialogar y escuchar, creer que es viable negociar, estar convencidos que están en condiciones de hacerlo, que el momento es oportuno, querer construir una solución que satisfaga a ambas partes, sin necesidad de la presencia de un tercero.

Para enseñar a negociar, la entidad deportiva debe establecer tutorías, un momento privilegiado para que el educador, entrenador o tutor, junto con sus deportistas, desarrollen sesiones que permitan reflexionar sobre los conflictos, identificando las diferentes maneras de actuar y sus consecuencias, aprendiendo a ponerse en el lugar del otro, para comprender su punto de vista. La Hora de Tutoría debe permitir que los deportistas se conozcan y se entrenen para la negociación y el diálogo.

Normas y Disciplina

El Reglamento de la institución deportiva debe contar con normas y disciplina, que orienten el comportamiento y las reacciones entre los miembros del equipo. Es importante que para la elaboración de estas normas tengamos en cuenta las características propias de cada institución, de cada equipo, su carácter formativo, la incorporación de valores, el desarrollo de las habilidades deportivas y su disciplina. Esta disciplina suele ser concebida, en muchas ocasiones, como un conjunto de normas que debemos cumplir a partir de acuerdos determinados por la dirección y que deben estar bajo su control y vigilancia para poder mantenerla.

Los entrenadores, debemos tener una intervención oportuna e inmediata ante la identificación de conductas antisociales, evitando que se conviertan en una práctica habitual, que perjudique el desarrollo personal del niño. Evitemos que las situaciones de indisciplina sean resueltas con suspensiones y expulsiones, perjudicando así el derecho al fútbol del practicante y aumentando la probabilidad de abandono deportivo y que este se involucre en conductas de riesgo, como la violencia infantil, el consumo de drogas o la delincuencia.

Evitar un conflicto es ganar la batalla

Los niños se enfadan cuando sienten que alguien ha herido sus sentimientos o no pueden llevar a cabo lo que desean, cuando no los entendemos o sienten que les hemos mentido y cuando se sienten solos. Cuando los niños se enfadan, sus corazones comienzan a latir rápidamente, tienen mucha energía acumulada y necesitan liberarla. Es bueno entonces hacerles entender que deben expresar sus sentimientos con palabras, que no deben pelear o decir cosas que pueden ofender a terceras personas, ya que esto sólo empeoraría la situación.

Los niños imitan la actitud de los mayores, por eso es importante que los entrenadores y padres, desde edades tempranas, influyan en sus jugadores e hijos para erradicar de nuestra relación con ellos los gritos y la violencia, enseñándoles que han de aprender por sí mismos a solucionar sus conflictos. Debemos hacerles saber que se necesita más valor y más coraje para alejarse de una pelea que para enfrentarse a ella y llegar a las manos. Evitar un conflicto es ganar la batalla.

Considerando cada situación problemática como una ocasión para aprender a gestionar mejor el grupo y como un ejercicio práctico en el que los jugadores aprendan a construir un clima de convivencia respetuoso y favorable para el equipo, es necesario encontrar un cierto equilibrio entre respetar al otro e imponer nuestro deber de entrenadores o padres. Debemos evaluar que peso dar a cada elemento: el carácter y temperamento del niño, su edad o la importancia del asunto en cuestión, teniendo esto en cuenta, posiblemente, el conflicto se resuelva o no exista.

lunes, julio 14, 2014

LOS PENALTIS SON ESTUDIADOS CON ANTERIORIDAD AL PARTIDO?

Un equilibrio de Nash es una situación en la cual todos los jugadores han puesto en práctica, y saben que lo han hecho, una estrategia que maximiza sus ganancias dadas las estrategias de los otros. Consecuentemente, ningún jugador tiene ningún incentivo para modificar individualmente su estrategia.

Para poder ver el Informe Robinson pincha el siguiente enlace: