viernes, febrero 15, 2013

RELACIÓN ENTRENADOR-JUGADOR EN LA ACTUALIDAD


¿Cómo podemos los entrenadores gestionar las emociones de nuestros jugadores?
El buen entrenador no debe limitarse a crear imágenes mentales relativas al jugar que pretende, sino también debe comprender que está asociándoles, irremediablemente, una serie de emociones y sentimientos que condicionarán la toma de decisiones futura. Por tanto, el papel del entrenador en el conocimiento del estado emocional de sus jugadores es fundamental, porque en función de ello adaptará su hoja de ruta semanal, e incluso supeditará su planteamiento del domingo. Un equipo X juega contra uno Y en un momento de la temporada y ofrece una cosa y, sin embargo, ese mismo partido se repite en otro momento de la misma temporada con los mismos protagonistas y ofrece otras cosas diferentes. Fuimos testigos de varios ejemplos de lo que hablo en los duelos Barça-Madrid de hace dos temporadas.
Estamos hablando de la elaboración de tareas y planteamientos a medida. Un trabajo de sastre que requiere de un profundo conocimiento del estado actual de la plantilla para confeccionar el traje más ajustado a las necesidades del momento. Como ya he mencionado, no hay dos momentos iguales en la temporada.
Como dice Francisco Ruiz Beltrán en su libro, “se trata de que el jugador afronte un reto a la altura de sus posibilidades. Que no sea, ni demasiado complicado, ni demasiado fácil”.
Así pues, el entrenador se ve en la tesitura de trabajar durante la semana, elaborando y adaptando su hoja de ruta a su equipo, jugando con la complejidad y con la simplicidad de sus planteamientos y tareas, con el objetivo de preparar a sus jugadores de la mejor manera posible para afrontar el siguiente partido con garantías de victoria.
Sin embargo, “no hay secretos para el éxito. Éste se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso” (Colin Powell). De aquí la importancia y dificultad del papel del entrenador en la actualidad.

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