Factores limitantes del rendimiento en el fútbol
Debemos
analizar los factores limitantes del rendimiento en el fútbol. De tal manera,
que el seleccionar estos contenido de entrenamiento, que determinan el
rendimiento en el fútbol, no es sino el paso previo a distribuirlos de manera
coherente a lo largo de la temporada.
Es
necesario, por tanto, distribuir esos contenidos en distintas unidades de
planificación (macrociclo, mesociclo y microciclo) a lo largo del tiempo, cuya
concreción final, las sesiones, los métodos y los ejercicios determinarán su
validez.
Históricamente, el fútbol ha sido considerado como un deporte de resistencia,
debido a la duración de los partidos, 90 minutos, periodo en el cual, y según un
estudio de Dufour (1990, citado por Cometti, 1999), recorre un elevado número de
metros, con una media de 10 km, 3 de marcha, y 7 en carrera. Pero esa concepción
tradicional del fútbol, ha ido dejando paso a otras más actuales, que consideran
que el factor determinante no será la distancia total recorrida, sino el número
de esfuerzos que el futbolista pueda realizar a la máxima intensidad (Ekblom,
citado por Castellano, 1996), y el repetirlo muchas veces (Portolés,
1996).
Con la
evolución sufrida en el fútbol en los últimos años, nos encontramos que el
número de sprints cortos por partido ha aumentado de 145 en 1970 a 195 en 1989
(Dufour, 1990; citado por Cometti, 1999), que las vías energéticas solicitadas
en el fútbol son de tipo anaeróbico aláctico, porque la distancia más explotada
son las comprendidas entre 5 y 15 metros (Campos Vázquez y García Ibáñez, 2001).
Esto supone que el futbolista debe estar capacitado para la realización de
esfuerzos explosivos, siendo éstos factores limitantes en el rendimiento final
del fútbol.
Por otro
lado, el objetivo final de todo entrenamiento será el conseguir que nuestros
jugadores estén más rápidos que los adversarios, tanto física como mentalmente
(Campos Vázquez y García Ibáñez, 2001). Pero resulta que la velocidad es un
factor determinante del rendimiento, pero que depende de la evolución del
entrenamiento de la fuerza. Esto redunda en la necesidad de trabajar la fuerza y
sus diferentes manifestaciones antes que trabajar la velocidad.
A la
hora de considerar los diversos contenidos del entrenamiento, que determinen el
rendimiento final, encontramos que la técnica y la táctica, en la mayoría de las
planificaciones, no están integradas de manera sistemática. El planteamiento de
estos contenidos debe llevarse a cabo siguiendo diversos criterios que más
adelante se desarrollan.
No
olvidemos, por último, que la flexibilidad, en cuanto involuciona con el paso
del tiempo, y en mayor proporción sino efectuamos ejercicios de movilidad
articular, es un factor importante a tener en cuenta en nuestra planificación de
la temporada. Así, deben ser incluidos ejercicios de estiramientos y movilidad
articular en TODAS nuestras sesiones, sobre todo en el calentamiento y en la
parte final o vuelta a la calma (Campos Vázquez y García Ibáñez,
2001).
2 Otros factores limitantes
Seirul-lo (1996) considera que el modelo conductista de estímulo – respuesta,
que ha sido empleado tradicionalmente en los deportes individuales, aplicado a
los deportes de oposición y cooperación – oposición (como es el caso del
fútbol), es un error. De tal manera que aplica un modelo constructivista, que
asume que el conocimiento no es resultado de la copia de la realidad
preexistente, sino que se trata de un proceso cambiante y dinámico, a través del
cual la información es interpretada, construyendo modelos explicativos
complejos.
Por
tanto, factores limitantes también serán las necesidades del propio deportista,
sus intereses, sus interpretaciones de la realidad y la capacidad para analizar
las señales del entorno. Todo ello no se ha venido teniendo en cuenta en las
planificaciones conductistas de los deportes colectivos como el
fútbol.
3 Niveles de entrenamiento
Cualquier consideración que hagamos acerca de la especificidad del entrenamiento
tiene que tomar como referencia la realización de cargas de competición según la
especialidad (Navarro, F., 2001), en este caso fútbol. Pero es un hecho que
no se mejorará empleando exclusivamente cargas de competición. Por tanto, se
necesita crear una base que permita desarrollar los componentes específicos de
rendimiento del fútbol. Se necesitará contemplar unos contenidos de
entrenamiento que permitan una ampliación y desarrollo de las capacidades, con
el fin último de adaptarlas a la competición.
Una
forma útil de programar el entrenamiento para desarrollar un plan de
entrenamiento es agrupar los contenidos de entrenamiento en tres niveles
(Navarro, F.; 2001):
-
Básico: supone ampliar y desarrollar los aspectos fundamentales de la preparación del deportista y crear una sólida base de preparación que facilite el entrenamiento de niveles superiores
-
Específico: abarca el desarrollo de las capacidades específicas del deportista, con el fin de transferir el potencial básico adquirido a las condiciones específicas del rendimiento.
-
Competitivo: pretende el desarrollo de las condiciones competitivas de la especialidad e integrar el desarrollo de las capacidades específicas en el rendimiento competitivo.
4 Contenidos de entrenamiento
Dado que
el fútbol se trata de un deporte de regulación externa, cooperación – oposición
e invasión, la determinación de los contenidos de entrenamiento, de los
condicionantes del rendimiento, es tarea ardua y compleja.
Existen
infinidad de opiniones de qué aspectos condicionales han de ser desarrollados en
el fútbol. Y aún más, existe disparidad a la hora de referirse a esos aspectos
condicionales y sus manifestaciones, como capacidades, cualidades de juego,
contenidos a desarrollar,...
En todo caso, está
propuesta se podría considerar como incompleta, ya que no recoge todos los
condicionantes que determinan el rendimiento de la especialidad: fuerza,
velocidad, resistencia, flexibilidad, técnica, táctica, y todas sus
manifestaciones. Además, podría faltar una condicionante más, la preparación
psicológica.
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