viernes, abril 22, 2011

Rol de la Fuerza en el Rendimiento Deportivo


  La fuerza es un factor predisponente en la mayoría de los deportes y determinante en tantos otros. Si es correctamente desarrollada no es perjudicial en ningún caso. La fuerza juega un papel decisivo en la ejecución técnica, que muchas veces no se debe a la falta de coordinación o habilidad, sino a la falta de desarrollo de los grupos musculares que intervienen de forma relevante en el gesto deportivo.

Otra cualidad relacionada con la fuerza es la velocidad de ejecución, y tal relación aumenta a medida que la resistencia a vencer es mayor. Una mayor rapidez en la aplicación de la fuerza puede llevar a una mayor potencia, lo que se traduce en una velocidad más alta de ejecución de un gesto deportivo (G. Badillo 1997).

La relación entre la fuerza y la velocidad también puede ser explicada desde la física, según la segunda ley del movimiento de Newton: F = M x A. Si la Masa (M) permanece constante (peso corporal del sujeto o implemento a movilizar) y como Aceleración (A) es igual a velocidad final menos velocidad inicial (velocidad inicial es cero si el movimiento comienza con la masa en reposo); entonces la velocidad es directamente proporcional a la fuerza.

Sin embargo, en el ámbito deportivo esto puede no ser así; un sujeto fuerte puede no ser veloz, y un deportista veloz puede ser fuerte ante cargas ligeras pero no serlo ante cargas elevadas; todo dependerá de la carga genética y del tipo de medio (ejercicios) utilizado para desarrollar la fuerza.

Los deportistas más fuertes por lo general tienen más resistencia ante cargas elevadas en
"términos absolutos", pero menos en "términos relativos". Es decir, un sujeto fuerte podrá soportar más tiempo ante una carga pesada que uno más débil, pero éste último será capaz de repetir más veces con un 40-50% de su máximo que el fuerte con el suyo, podemos decir que el sujeto más débil tiene más resistencia relativa.

Por lo tanto el entrenamiento de fuerza máxima mejora dicha fuerza máxima y la resistencia ante cargas elevadas, pero hace disminuir la resistencia relativa con respecto al nuevo nivel de fuerza; en cambio
un entrenamiento desarrollado sobre un número elevado de repeticiones por serie, mejora la fuerza máxima en menor medida, pero permite una fuerza relativa mayor con respecto a la nueva fuerza máxima conseguida.

Sin ahondar en detalles, vamos a resaltar las diferencias más importantes entre los diferentes tipos de fibras musculares. Las fibras lentas o ST tienen una elevada resistencia aeróbica, es decir son muy eficientes en la producción de ATP a partir de la oxidación de los hidratos de carbono y de las grasas. La velocidad de contracción de estas fibras es lenta y la fuerza producida por unidad motora es baja; tales fibras son involucradas en ejercicios de intensidad baja y prolongados, como por ejemplo en competencias de fondo o en el mantenimiento de determinadas posturas.

Las fibras rápidas ó FT tienen una relativamente mala resistencia aeróbica y están mejor adaptadas para rendir anaeróbicamente, sus unidades motoras generar gran fuerza pero se fatigan rápidamente, estas fibras son requeridas en ejercicios de intensidad moderada - alta como la natación en 400 mts.; pero se reconoce una subdivisión de las fibras FT: Las FTa a las cuales ya nos referimos, y las FTb ó explosivas que tienen características similares pero que son capaces de entregar mayor fuerza y se fatigan aún más rápidamente.

Ahora bien, todo expuesto hasta aquí sobre el sistema muscular ya es conocido desde hace tiempo; pero resulta relativamente fuera de lugar analizar la acción muscular sin considerar el papel que desempeñan los tejidos conectivos asociados al músculo. Estos no sólo protegen, conectan y encierran el tejido muscular, sino que son esenciales para determinar el grado de amplitud articular (flexibilidad) y para mejorar el movimiento almacenando y liberando energía elástica derivada de la contracción muscular.

En términos mecánicos, el músculo puede ser analizado de forma más detallada (Levin y Giman 1927) en términos de un componente contráctil en serie, con un Componente Elástico en Serie (CES) y con un Componente Elástico en Paralelo (CEP). A pesar de no haberse identificado la precisa situación anatómica de estos elementos, el CEP contiene probablemente sarcolemas, puentes cruzados en reposo y tejidos como membranas alrededor del músculo y sus sub unidades. También se considera que el CES incluye tendón, puentes cruzados, miofilamentos, filamentos de titina y discos Z.

El CEP es responsable de la fuerza realizada por un músculo relajado cuando es estirado más allá de su longitud en reposo; por su parte, el CES es activado cuando se lo coloca bajo tensión por la fuerza desarrollada en el músculo contraído activamente. La energía elástica almacenada en el CEP es pobre y no contribuye demasiado en el balance final de energía del ejercicio; sin embargo se produce una importante acumulación de energía en el CES si el estiramiento se produce de forma súbita.

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